CYBINT en el negocio de los ciber-delincuentes rusos
Quienes siguen esporádicamente este blog habrán notado que casi todo este año he dedicado la mayoría de los post a poner en evidencia muchas de las aplicaciones que desde Rusia inundan un mercado clandestino donde crimeware de todo tipo se pone a disposición de ciber-delincuentes profesionales (botmasters, spammers, phishers, ¿ciber-sicarios?, ¿ciber-terroristas?, entre otros) pero sin descuidar a los aspirantes que buscan convertirse en delincuentes de alto rango.
En este sentido, el tiempo nos permite ser testigos de cómo se gesta esta industria clandestina alimentada fuertemente por países de Europa del Este (particularmente Rusia), China, y algunos países latinoamericanos encabezados por Brasil. Sin embargo, el caudal y la atención se centran en Rusia, y como dije en alguna oportunidad, me recuerda al mundo que describe Gibson en Neuromante, donde la comercialización clandestina de programas maliciosos se desarrolla en calles oscuras del suburbio.
Quizás, al igual que yo lo hice en algún momento, muchos se preguntarán, independientemente del tipo de crimeware que se oferte o de las motivaciones (la principal tiene un acrónimo: USD) de los ciber-delincuentes, ¿quiénes se encuentran detrás de esto?
Si tenemos en cuenta que la venta de programas se realiza en torno a un negocio oscuro que forma parte de una industria que opera desde la clandestinidad (RBN - Russian Business Network – Red de Negocios de Rusia), que existen células bien organizadas que llevan a cabo fraudes a través de Internet (p.e. scammers rusas), espionaje empresarial (contratando piratas informáticos), entre otras cosas, es fácil deducir que todo tiene una connotación mafiosa. Y si profundizamos más en torno al origen de la mafia rusa, concluiremos fácilmente en que fue gestada por ex agentes de la KGB (Inteligencia de la ex Unión Soviética).
De hecho, se estima que esta red criminal cuenta con ex agentes de lo que fue la KBG y que actualmente, en más de una oportunidad, ha trabajado en conjunto con la FSB (Federal Security Service of the Russian Federation), el sucesor de la KGB.
¿Qué quiero decir con esto? Aunque quizás lo que escribo puede parecer extremo, nos encontramos en tiempos en los cuales somos testigos de los conflictos virtuales que involucran a ciertos países. Esos ataques informáticos que vemos en las películas de Hollywood, un poco exagerados, en los últimos años han dejado la ficción para entrar en la escena del mundo real, y en este sentido, CYBINT (Cyber Intelligence) juega un rol fundamental.
Por ejemplo, cada vez son más los casos de defacement que, si bien no es algo nuevo, hacen noticia cuando se afecta la disponibilidad de los sitios web de los gobiernos que forman el centro de la ciber-guerra (Cyber-Warfare) de turno. Los ataques de DDoS (Distributed Denial Of Service), que se llevan a cabo a través de botnets, como el que sufrió el sitio web del presidente de Georgia durante el conflicto con Rusia, que de hecho los rusos se cargaron un par más (Estonia y Lituania), son claros ejemplos de acciones que buscan complementar las operaciones a nivel militar.
Lo llamativo de casos como los mencionados en el párrafo anterior, dejan en completa evidencia que existe una planificación previa, de forma coordinada; lo que no es otra cosa que un plan de inteligencia. En el caso de los defacement, aunque parezca trivial, podríamos decir que dentro del conflicto, forma parte de acciones psicológicas que buscan debilitar la moral del bando contrario.
Sin embargo, otros aspectos menos triviales también forman parte de los planes de inteligencia, y generalmente se explotan a través de recursos tecnológicos, p.e. atacar la disponibilidad de las redes telefónicas (COMINT), la interrupción de señales atacando satélites y otras redes (SIGINT), incluyendo las de carácter público, afectando la confidencialidad de las personas a través de malware.
Bajo toda esta escenografía, la RBN, una de las organizaciones ciber-criminales más grandes que opera bajo la infraestructura que ofrece Internet, es la base que permite cometer, desde Rusia (aunque hay un fuerte rumor en torno a que la RBN está migrando sus actividades hacia China), infinidad de acciones maliciosas canalizadas en pedofilia, pornografía, comercialización de crimeware, malware, phishing, botnets, y muchas más.
Esto demuestra que realmente los aspectos que involucra el ciber-crimen se encuentran controlados y dirigidos por una mafia en la cual, los ciber-delincuentes rusos conforman una de las piezas más importantes para el desarrollo de la industria crimeware a nivel global, y como podemos apreciar… Todo vale y todo se fusiona con todo…
En este sentido, el tiempo nos permite ser testigos de cómo se gesta esta industria clandestina alimentada fuertemente por países de Europa del Este (particularmente Rusia), China, y algunos países latinoamericanos encabezados por Brasil. Sin embargo, el caudal y la atención se centran en Rusia, y como dije en alguna oportunidad, me recuerda al mundo que describe Gibson en Neuromante, donde la comercialización clandestina de programas maliciosos se desarrolla en calles oscuras del suburbio.
Quizás, al igual que yo lo hice en algún momento, muchos se preguntarán, independientemente del tipo de crimeware que se oferte o de las motivaciones (la principal tiene un acrónimo: USD) de los ciber-delincuentes, ¿quiénes se encuentran detrás de esto?
Si tenemos en cuenta que la venta de programas se realiza en torno a un negocio oscuro que forma parte de una industria que opera desde la clandestinidad (RBN - Russian Business Network – Red de Negocios de Rusia), que existen células bien organizadas que llevan a cabo fraudes a través de Internet (p.e. scammers rusas), espionaje empresarial (contratando piratas informáticos), entre otras cosas, es fácil deducir que todo tiene una connotación mafiosa. Y si profundizamos más en torno al origen de la mafia rusa, concluiremos fácilmente en que fue gestada por ex agentes de la KGB (Inteligencia de la ex Unión Soviética).
De hecho, se estima que esta red criminal cuenta con ex agentes de lo que fue la KBG y que actualmente, en más de una oportunidad, ha trabajado en conjunto con la FSB (Federal Security Service of the Russian Federation), el sucesor de la KGB.
¿Qué quiero decir con esto? Aunque quizás lo que escribo puede parecer extremo, nos encontramos en tiempos en los cuales somos testigos de los conflictos virtuales que involucran a ciertos países. Esos ataques informáticos que vemos en las películas de Hollywood, un poco exagerados, en los últimos años han dejado la ficción para entrar en la escena del mundo real, y en este sentido, CYBINT (Cyber Intelligence) juega un rol fundamental.
Por ejemplo, cada vez son más los casos de defacement que, si bien no es algo nuevo, hacen noticia cuando se afecta la disponibilidad de los sitios web de los gobiernos que forman el centro de la ciber-guerra (Cyber-Warfare) de turno. Los ataques de DDoS (Distributed Denial Of Service), que se llevan a cabo a través de botnets, como el que sufrió el sitio web del presidente de Georgia durante el conflicto con Rusia, que de hecho los rusos se cargaron un par más (Estonia y Lituania), son claros ejemplos de acciones que buscan complementar las operaciones a nivel militar.
Lo llamativo de casos como los mencionados en el párrafo anterior, dejan en completa evidencia que existe una planificación previa, de forma coordinada; lo que no es otra cosa que un plan de inteligencia. En el caso de los defacement, aunque parezca trivial, podríamos decir que dentro del conflicto, forma parte de acciones psicológicas que buscan debilitar la moral del bando contrario.
Sin embargo, otros aspectos menos triviales también forman parte de los planes de inteligencia, y generalmente se explotan a través de recursos tecnológicos, p.e. atacar la disponibilidad de las redes telefónicas (COMINT), la interrupción de señales atacando satélites y otras redes (SIGINT), incluyendo las de carácter público, afectando la confidencialidad de las personas a través de malware.
Bajo toda esta escenografía, la RBN, una de las organizaciones ciber-criminales más grandes que opera bajo la infraestructura que ofrece Internet, es la base que permite cometer, desde Rusia (aunque hay un fuerte rumor en torno a que la RBN está migrando sus actividades hacia China), infinidad de acciones maliciosas canalizadas en pedofilia, pornografía, comercialización de crimeware, malware, phishing, botnets, y muchas más.
Esto demuestra que realmente los aspectos que involucra el ciber-crimen se encuentran controlados y dirigidos por una mafia en la cual, los ciber-delincuentes rusos conforman una de las piezas más importantes para el desarrollo de la industria crimeware a nivel global, y como podemos apreciar… Todo vale y todo se fusiona con todo…
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